Ecuador, con mejor fútbol que puntería, debió conformarse con un agónico empate 1-1 en Quito ante Brasil este domingo 29 de marzo, en un partido correspondiente a la undécima fecha de las eliminatorias sudamericanas para el Mundial de Sudáfrica 2010.
El atacante Julio Baptista abrió el tanteador para los brasileños al minuto 72, mientras que Cristian Noboa, también ingresado en el complemento, igualó al 89 cuando los visitantes ya celebraban la que habría sido su primera victoria en el estadio Olímpico Atahualpa de Quito por eliminatorias.
Brasil se ubica momentáneamente en el tercer puesto de la clasificación regional con 18 puntos, por detrás de Paraguay (23) y Argentina (19).
Mientras la Tricolor, forzada a sumar de local ante el difícil Paraguay el próximo miércoles, cayó a la séptima casilla con 13 unidades.
Durante la mayor parte del compromiso, Brasil sólo vio y dejó jugar al rival. Pero en el segundo tiempo contó con la suerte del campeón y, en una acción aislada, pudo abrir la cuenta.
Cuando el resultado parecía irreversible, Noboa encontró el tanto de la justicia para un equipo que deleitó con su buena técnica, velocidad y arrojo, pero que fue menos efectivo y por momentos derrochador de ocasiones.
Vértigo tricolor
La selección ecuatoriana tuvo una primera media hora de furia y buen fútbol que hizo palidecer a los brasileños, siempre favoritos aún de visitantes.
El atacante Cristian Benítez fue difícil de contener y frotó los botines para sacar varios tiros peligrosos que merecieron mejor suerte.
Al minuto 9, uno de sus remates, frontales y con potencia, quemó las manos de Julio César, acortando el aliento a la afición amarilla que colmó las graderías del estadio Olímpico Atahualpa.
Brasil, lejos del fútbol vistoso y rico en individualidades de otros compromisos, se vio superado rápidamente en todas las líneas. Ni Ronaldinho ni Robinho aparecían para parar el ímpetu de la Tricolor.
A lo largo del primer tiempo Ecuador ensayó la misma fórmula. Joffre Guerrón, por la derecha del ataque, servía como nexo para Benítez, Edison Méndez y Felipe Caicedo.
Los balones se sucedieron una tras otro cerca del arco de Julio Cesar. Al minuto 15, Méndez volvió a probar los reflejos del brasileño, pero el rebote tomó unos centímetros adelantado a Guerrón.
Después fue Valencia, al 23, con otro potente riflazo que hizo temblar el horizontal. Y también lo perdieron Caicedo y Benítez, El conjunto del DT ecuatoriano Sixto Vizuete golpeó sin tregua, aunque sin el suficiente tino para desequilibrar las acciones.
La primera parte se saldó con aplausos para la selección de Vizuete, que contó con todo a su favor, menos la suerte, para irse en ventaja.
Tiempo de emociones
En el segundo tiempo, los equipos repitieron el mismo libreto: Ecuador encaró, buscó y trató por todos los medios de correr el telón mientras Brasil, resignado a un golpe de dados, esperó para dar el zarpazo.
Los pentacampeones del mundo tuvieron tres opciones frente a las múltiples que creó la Tricolor, pero a la hora de las definiciones sacó a relucir su efectividad.
El gol de Batista, ingresado un minuto antes en lugar de Ronaldinho, no sólo enmudeció el estadio sino que hizo temer lo peor para los dirigidos por Vizuete, que como en otras oportunidades parecían resignados a irse con un marcador injusto para el juego exhibido.
Sin embargo, tanto fue por el empate que finalmente lo consiguió. Julio Cesar se lució como toda la tarde para controlar una excelente acción individual de Edison Méndez por derecha, pero el rebote fue a parar a Noboa. El jugador que había ingresado en el complemento anticipó a todos y envió el balón a la red con un violento derechazo.
No había tiempo para más. Ecuador se fue satisfecho por lo exhibido pero desconento con el marcador, mientras que Brasil emprendió la retirada con la satisfacción de haber cosechado su primer punto y su primer gol en esa tierra en el marco de las eliminatorias.
Fuente: fifa.com