La mejor versión del Barça, la del fútbol en mayúsculas, la de la estética por encima de todo, destrozó este lunes al Real Madrid (5-0) y dio un golpe de autoridad ante el mundo del fútbol.
Fue el triunfo del sello Barça, la quinta victoria de Pep Guardiola sobre el Real Madrid, en todos los partidos que su equipo ha jugado desde que llegó, pero la de hoy tiene más significación, porque la consiguió siendo fiel a su estilo y ante un equipo que no había perdido ni un solo partido en toda la temporada.
Dos estilos diferentes, dos modos de entender el juego, pero sólo un camino hacia el éxito, el que mostró hoy el Barça ante el mundo del fútbol, seguramente frente al único equipo que le puede hacer sombra en lo futbolístico y en lo económico.
La velocidad de ejecución de los azulgrana fue impresionante. Con los automatismos aprendidos, buscó el juego entre líneas, la superioridad técnica de sus centrocampistas, la velocidad de sus delanteros y la espalda de la defensa rival.
Messi lanzó el primer aviso. Un remate al palo, con Casillas ya superado (m.6), a la salida de un saque de esquina. A la segunda advertencia, llegó el 1-0, en una jugada que resume del estilo azulgrana.
Un pase de Iniesta entre líneas encontró a Xavi, Marcelo no acertó a despejar y el de Terrassa batió al meta madridista (m.10). El gol no desmontó al Madrid, porque el mecano de Mourinho no había salido ni de la caja y el Barça no le dio ni una opción.
El fútbol toque del Barça no tenía respuesta y los azulgrana mostraron hoy una de sus mejores versiones de siempre hasta el punto de que en el minuto 18, los de Guardiola marcaron el segundo gol.
Un rifirrafe entre Guardiola y Cristiano Ronaldo fue la espoleta que enervó al Barça y puso en mejor situación al Real Madrid. Los blancos, con más corazón que calidad, se fueron un poco más arriba a partir de la media hora de partido y avisaron con un lanzamiento de falta del portugués que salió muy cerca del poste izquierdo de la meta local.
A la cuarta llegó el tercero y a la quinta, el cuarto, en pleno festival de los azulgrana, el delirio de las gradas y la desolación del equipo de Mourinho.
En el 3-0, Messi asistió a Villa; en el 4-0, el argentino volvió a asociarse con el asturiano. El problema para el Madrid es que hasta entonces únicamente se habían jugado 57 minutos.
Desde entonces y hasta el final, el monólogo del Barça y el tormento del Barça siguieron caminos paralelos. Villa, bigoleador y asistente de Pedro en el segundo gol, fue sustituido por Bojan y durante muchos minutos hasta nueve canteranos azulgrana estaban sobre el césped.
Bojan tuvo dos ocasiones para ahondar en la herida madridista (m.75 y m.76), después de que el Barça se recreara en su juego combinativo frente a un rival que reclamaba la bandera blanca.
Aún hubo un tanto más, marcado por Jeffren en el tiempo añadido. Era el 5-0, una goleada para la historia que demuestra la incontestable solvencia del Barça.
Entre las dos maneras de entender el fútbol: la del Barça y la del Real Madrid, la de Guardiola y la de Mourinho triunfó la más estética y habrá que buscar en los libros de récords para encontrar una derrota tan contundente de un equipo de Mourinho.
Ficha técnica:
5- FC Barcelona: Valdés; Alves, Puyol, Piqué, Abidal; Busquets, Xavi (Keita, m.86), Iniesta; Pedro (Jeffren, m.86), Messi y Villa (Bojan, m.76).
0 – Real Madrid: Casillas; Sergio Ramos, Pepe, Carvalho, Marcelo (Arbeloa, m.60); Xabi Alonso, Khedira; Di Maria, Özil (Lass Diarra, m.46), Cristiano Ronaldo y Benzema.
Goles: 1-0, m. 10: Xavi. 2-0, m.18: Pedro. 3-0, m.55: Villa, 4-0, m.57: Villa. 5-0, m. 90+1: Jeffren.